Los Beach Boys refrescaron la noche madrileña con sus ritmos surferos
Eran las 20:30h de la tarde del pasado lunes, los alrededores del Real Jardín Botánico Alfonso XIII de Ciudad Universitaria de Madrid respiraban aún un ambiente tranquilo y con poca gente en las inmediaciones debido a la época no lectiva en la que nos encontramos. Aún con ello, no cabía esperar otra cosa que lo que más tarde se daría y era que casi se completase el aforo del recinto, a la espera del tan ansiado concierto de los californianos The Beach Boys.
La banda compuesta actualmente por Mike Love, Christian Love, Randell Kirsch, Tim Bonhomme, John Cowsill, Scott Totten y Bruce Johnston, asomaban entre bambalinas poco minutos después de las 21:30h, hora anunciada para el comienzo del concierto, y no sería hasta tras unos minutos de rigor con cuando salieran al escenario para arrancar el concierto con Do it again.
Durante dos horas de espectáculo nos llenaron de geniales momentos con muchos de sus éxitos.
El primer gran tema en sonar fue Surfin’ Safari, y tras él sería I get around, el cuál por primera vez en la noche, haría que el público no se aguantara sentado y se pusiera de pie para vibrar con este mítico tema.
Durante algunos de los temas podríamos ver a la hija de Mike en el escenario disfrutando del concierto e incluso agarrando a su padre y bailando algunas de las canciones que entonaban.
Más tarde, y a medio camino entre un castellano bastante bueno y su inglés nativo, comentaba que la siguiente canción se la dedicaba a todos los que han amado en su vida a un coche. Decía que aquel primer vehículo había sido especial para él y que aquellas curvas no eran comparables con nada.
Después serían Cottonfields o California Dreamin’ las que pondrían un poco de calma y tranquilidad al ambiente.
Poco después sería Bruce Johnston, miembro no fundador de la banda, quien al unirse a la misma, y escribiendo California Girls, conseguiría una entrada triunfal en la banda al llegar a obtener incluso un Grammy por la misma, junto a miles de ventas. Además veríamos el segundo guiño a Madrid y a España al poder ver en la pantalla, que acompañaba con imágenes todo el espectáculo, la bandera de España y la silueta del país, aunque se les olvidó incluir a las Islas Canarias como detalle menor.
Más tarde sería el turno de recordar a George Harrison, el componente de The Beatles, junto al cual, en un viaje a la India, Mike Love pudo conocer mejor llegando a tener una gran amistad y dedicándole esta canción, nunca antes tocada en un concierto, Pisces Brothers, en honor a que sus cumpleaños estaban muy cercanos en fechas.
También a través de God Only Know rendirían homenaje a Carl Wilson, anterior componente del grupo, a base de un acompañamiento del tema en directo con un vídeo donde se veía y escuchaba a Carl.
Good Vibrations levantaría de nuevo a todo el público de las sillas, pues a pesar de estar el ambiente lleno de vitalidad pero la edad general del público y los asientos dispuestos en el recinto, invitaban a ver gran parte del concierto de manera relajada y sentada.
Y no sólo con la batería haría disfrutar John Cowsill al público, pues nos sorprendió con su gran voz en solitario interpretando varios de los temas que durante el concierto iban sonando.
Help me Rhonda y Rock & roll actuarían que previa para que el público fuera cogiendo energía y acabar el concierto sin sentarse al ritmo de Barbara Ann y Surfin’ USA.
Tras abandonar por unos instantes el escenario, volverían ante los gritos de los allí presentes para obsequiarnos con dos temas como bises al concierto.
Good to me baby y Fun fun fun serían el punto y final a un concierto donde por duración y calidad, no defraudó a ninguno de los que se congregaron en el recinto madrileño.
En definitiva, tras 50 años, el espíritu de esta gran banda californiana, sigue casi intacto como desde el primer día.
Consiguieron amenizar una calurosa noche de verano al ritmo de las olas del pacífico.
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Texto: Laura Azaustre
Fotos: Juan Carlos García