God save the queen aterrizó con ganas de rockear Madrid
Cuando nos enteramos de que God save the Queen tenía programado pisar escenario madrileño durante su gira por nuestro país, no podíamos más que esbozar una sonrisa. Era la oportunidad perfecta para disfrutar y revivir los memorables temas de la mítica banda de rock británica y… ¡vaya si lo consiguieron!
El concierto tuvo lugar el pasado 11 de octubre en el Barclaycard Center de Madrid, fecha idónea para muchos, con el fin de pasar una noche agradable sin la necesidad de mirar el reloj para atender obligaciones al día siguiente.
Apreciaciones aparte, lo que estaba previsto para las 21:30h comenzaría con un poquito de retraso. A las 22:00 hizo su aparición la banda tributo argentina con Hammer to fall, una de las canciones favoritas que tenía la original para sus presentaciones en vivo, e hicieron falta apenas unos instantes para darnos cuenta de que se avecinaba un gran espectáculo.
El cantante Pablo Padín irrumpió en escena con uno de los estilismos más populares y recordados: el que Freddie Mercury lució en Wembley (1986) con su famosísima cazadora amarilla sobre camiseta y pantalón blancos.
Tal era su parecido físico, su voz, sus gestos y su manera de caminar y moverse sobre el escenario que costaba creer que no teníamos delante a la consagrada estrella de rock.
Tras unas breves palabras hacia el público, el show continuó con One vision, Under pressure y Somebody to love, temas perfectos para calentar motores y establecer una conexión total con el público, que se siente completamente entregado y con ganas de acompañar con sus voces a la banda rosarina.
Llega el momento de Another one bites the dust y tras un par de temas más, el vocalista aprovecha para hacer un break y dar paso a un sólo de guitarra de Brian May de la mano de Francisco Calvaro.
Cabe resaltar hits como I want to break free donde Padín nos sorprende con el atuendo propio del famoso videoclip, quedando patente una vez más su versatilidad a la hora de vestir, y el emotivo Bohemian Rhapsody al piano.
Tras un amplio repaso a su repertorio y con pocas ganas de que llegara a su fin, no podían faltar los clásicos más coreados como We will rock you o We are the champions entre otros, donde queda patente cómo con el paso del tiempo, la buena música cala entre las generaciones más actuales.
Ahora sí que sí, dos horas de concierto cierran con broche de oro regalándonos un Don’t stop me now que nos hace vibrar a todos y nos deja el mejor sabor de boca que sólo esta banda tributo puede hacer. Sólo puedo decir: ¡Volved pronto!
¡Dios salve a la Reina! ¡Viva Queen! ¡Viva el rock!
Texto: Tamara Ortega
Fotos: Juan Carlos García