Don Juan el musical que llena de sangre y fuego la Gran Vía de Madrid
Tras 25 años preparando y ajustando esta adaptación del clásico de la literatura española, y tras conseguir el apoyo económico para ponerla en escena, llega a Madrid para su estreno mundial el musical Don Juan, un musical a sangre y fuego.
Como bien nos indicaba su creador, no ha sido fácil que productores confiasen en este proyecto al tratarse de una obra nueva y más aún basándose en el clásico de José Zorrilla, pero finalmente se ha logrado.
Quien crea que al tratarse de una adaptación de un clásico la obra escénica será algo cercano a una ópera no se equivoca. Especialmente en los momentos en los que El Comendador (el padre de Doña Inés de Ulloa) está en escena.
Pero no queda ahí la cosa. Este musical mezcla muy diferentes estilos sobre un mismo escenario: rap, música pop, la ópera antes mencionada, rock y hasta toques flamencos muy propios de la Sevilla en la que se sitúa la trama.
Todo ello aderezado con un vestuario nada asociado a esta obra. El cuero, corpiños ajustados en ellas o botas altas al estilo más rock le dan a la puesta en escena una mezcla curiosa y a la vez muy atractiva visualmente hablando.
El elenco de más de 20 artistas, entre actores principales y bailarines, se mueve durante toda la obra sobre un escenario de dos alturas de manera rápida y ágil, que junto a unos movimientos muy bien elegidos de las partes del decorado, permiten a la obra desarrollarse sin apenas pausas y otorgan a la misma de gran dinamismo.
Y es que además la puesta en escena no da tregua ni a los actores ni al público pues prácticamente el 100% de la misma es cantada o recitada al son de la música y no con mucho diálogo y apenas pocas piezas musicales como sí ocurre en otros montajes.
Cabe destacar que canto Don Juan Tenorio (Tony Bernetti) como Doña Inés (Estíbaliz Martyn) realizan una actuación excepcional. Un texto adaptado a la música con continuas variaciones de ritmo y entonación en las que son portentosas voces no muestran un ápice de flaqueza y están a la altura.
El espectáculo de cerca de 2 horas, sin incluir el necesario descanso, se hace muy llevadero especialmente la segunda parte donde algunos efectos visuales adornan de manera muy cuidada el escenario.
Si quieres descubrir como los clásicos no son siempre esas obras que muchas veces nos parecían aburridas en el colegio, no dudes en acercarte al Teatro de la Luz Philips Gran Vía y disfrutar de este musical elaborado a Sangre y Fuego.
Texto: Juan Carlos García
Fotos: Productora del evento